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Me gustan las labores desde pequeña, he hecho muchas pero no tengo constancia de casi ninguna porque las he regalado sin hacerles fotos. Esté blog nace casi como un diario de labores/manualidades y un pequeño homenaje a las personas que me han enseñado. Si alguien pasa por aquí y le gusta algo tiene mi dirección y mi ayuda en lo que me pida

jueves, 27 de enero de 2011

MAESTRA DE VIDA

Nadie como ella para disfrutar paladeando cada segundo de la vida;  hablar con las plantas para que crecieran queridas en su galería mientras les daba de beber; dejarte pasmada con sus conocimientos sobre los efectos secundarios del cloramfenicol; comentar cómo Gil Robles y su partido se equivocaron al no unirse a la derecha;  enseñarte una chaqueta doblada por la mitad y su perfecta simetría para empezar a picar la solapa; hacerte ver con su emoción la ternura que el abuelo Ramón derramó sobre sus cuatro únicas hijas;  degustar despacito una copa de Rio Viejo sentadas con la labor en el regazo en los días en que el sol lo pedía.
Nadie, nadie como ella añorando el cuerpo del abuelo en la cama aunque hacía diez años que había muerto; viendo desde el balcón  a Dña Consuelo cantando durante toda la visita el "Vamos niños al Sagrario..." mientras se alejaba por el albero y saboreaba  la venganza de cuando jugaban al tresillo;  para esperar ilusionada la llegada de Reyes que nos contara las novedades, todas ellas inventadas, del Círculo; alabar mi dominio de los hilos en el bordado antiguo de lagartera que estaba copiando; agradecer la fidelidad de Juan el Gitano cuya visita semanal atendía con el refinamiento y cortesía que se merecía un marqués:
Nadie, nadie como ella para saborear rencores antiguos  mientras escuchaba el sonido de los bolillos de ébano; ofreciendo café a los hombres, hombres, al acabar la comida,en la obligada sobremesa,  y sirviéndolo  con delicados movimientos femeninos.
Nadie, nadie, nadie como tú abuela

4 comentarios:

  1. parece que "la maestra" supo elegir muy bien a su "discípula". Es increíble lo bien que escribes, digo que coses, digo que eres! me pica la curiosidas los rencores antiguos de su hija Mani...

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  2. No está acabado el post, lo escribí del tirón entre dos clases y el rencor era por el tío Alfonso, que le regaló una cabeza de ébano a tía Mani, y ella se la llevó al ebanista para que le hiciera los bolillos. Tío Alfonso se lo recordaba cada vez que podía, pero ella oía los bolillos y se alegraba de haberlo hecho

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  3. jajajaja la abuela, que entereza, tan fiel a si misma¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Sí, me acuerdo de esas llegadas, de esos ojitos vivos anhelantes, quien sabe si a sabiendas del cuentacuentos¡¡¡¡¡¡¡ qué viviría en mí¡¡¡¡¡¡¡ cada día nos parecemos más a ella........vaya, yo la veo ya en el espejo¡¡¡¡¡

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